Con una extensión superficial de 179 km2, al sur de España en la provincia de Cádiz, se encuentra Castellar de la Frontera. Este pueblo con más de 3000 habitantes, está localizado en el Parque Natural de los Alcornocales. Lo que permite que se encuentre rodeado de masas forestales y paisajes inigualables.

En cuanto al turismo, este se lleva a cabo como una actividad económica bastante fructífera. Y aunque no es el principal sustento del municipio, es patrocinado por la cercanía de otras localidades de más auge. Como La Línea de la Concepción y San Roque.

¿Cómo elegir un buen hotel en Castellar de la Frontera?

La provincia de Málaga ofrece varias vías de comunicación para llegar a Castellar de la Frontera. Como por ejemplo, la carretera A-405, que comunica a los municipios de Campo de Gibraltar. Y las líneas del Ferrocarril, cuya estación de Almoraima, se encuentra al sur del municipio.

Para el traslado dentro de la localidad, cuentas con calles muy bien distribuidas, que permiten el traslado en automóviles. Por lo que no tendrás mayor problema si decides alojarte fuera del centro del municipio.

Una buena opción es elegir alojamiento en el núcleo de Castellar Viejo. Donde podrás contar con increíbles vistas de la zona, como de la costa de África. Y disfrutar del Castillo de Castellar, con sus calles y urbanismos autóctonos.

Sin embargo, existen opciones fuera del casco antiguo, que ofrecen muy buenos servicios. Entre los cuales recomendamos el hospedaje en casas rurales.

Consejos para elegir un buen alojamiento en Castellar de la Frontera

Si buscas la comodidad de un Hotel 4 estrellas y ubicarte en el Pueblo Nuevo de Castellar, te recomendamos el Hotel Castellar. El cual te ofrece servicios de primera y una atención distinguida.

Y en caso de que prefieras alojarte en el pueblo viejo y disfrutar de su cultura e historia, puedes optar por el Hotel Castillo de Castellar. Ubicado en el Castillo Fortaleza, donde podrás disfrutar de la tranquilidad y de la gastronomía tradicional.

Como antes mencionamos, antes de optar por la comodidad de los Hoteles, una buena opción consiste en las casas rurales. Donde puedes conseguir cómodos precios, sin dejar de disfrutar del ambiente de paz y los buenos paisajes. Una buena opción son las Casas Rurales “Castillo de Castellar”, ubicada en las cercanías del mismo.

Lugares de interés para visitar en Castellar de la Frontera

Entre los lugares de interés destaca por supuesto el Castillo de Castellar. Declarado Monumento Histórico-Artístico, donde su pequeña ciudad repleta de murallas y fuertes es de admirar. Y si te diriges hasta acá partiendo de Castellar Nuevo, podrás apreciar una montaña llena de casas blancas, con el Castillo en la cúspide. Formando un paisaje que es realmente único.

 

Si quieres conocer más de la historia del pueblo, puedes visitar el Convento de San Miguel de la Almoraima o la Iglesia del Divino Salvador. Donde disfrutaras de las estructuras barrocas, restauradas y conservadas casi a la perfección.

Lugares que visitar en Castellar de la Frontera

La finca La Almoraima es un excelente destino si prefieres disfrutar de los bosques que ofrece el Parque Natural de los Alcornocales. Es actualmente una de las fincas con mayor tamaño en España. Donde podrás estar en contacto con la fauna salvaje y realizar numerosas actividades. En esta se encuentra el Hotel Convento La Almoraima. Un lugar excelente para hospedarse y de gran interés cultural.

Otro destino natural es el Zoologico de Castellar, que constituye un destino recreativo y una buena opción para pasar el día. Sus visitantes aclaman la labor que los cuidadores del zoológico realizan con los animales. Algo que lo hace aún más un destino que no puedes perderte. En especial si vas con niños pequeños.

Como hemos visto Castellar de La Frontera es un municipio con mucho que ofrecer para sus turistas. Y a pesar de la crisis económica vivida en épocas pasadas, mantiene firme sus estructuras y su calidad comercial. Así que sin más que decir, recomendamos visitarlos con los ojos cerrados. Ya que sin duda, podrás disfrutar de un descanso repleto de naturaleza, cultura e historia.